Hola amigos del cacharro.
Hoy solo quiero dejar el enlace a la entrevista que me hicieron el otro día sobre mi actividad en el blog. Mi amigo y excompañero Antonio Bejarano tiene un programa de radio en la cadena NEOFM en el 90,4 del dial de Sevilla en el que tuvo a bien entrevistarme.
El programa es una extensión de su web "Sevilla misterios y leyendas" al la que podéis acceder pulsando en este enlace os dejo una presentación que de ellos mismos hacen:
Con una trayectoria de más de una década y 400 artículos somos un referente en la recopilación de la Historia, las Leyendas y los Misterios de la ciudad de Sevilla.
Contribuimos a la Divulgación Histórica y Difusión Patrimonial de la ciudad de Sevilla con un enfoque dirigido tanto al público local como al visitante.
Damos a conocer los aspectos más interesantes de la evolución histórica de la misma. Una visión profunda del legado patrimonial y cultural, así como de la evolución histórica de la ciudad, analizando el pasado y el presente de la misma a través de su conjunto monumental y su patrimonio histórico-artístico.
No os lo perdáis porque como dicen ellos mismos son un referente en el conocimiento de la ciudad de Sevilla.
También disponen de un grupo de Facebook muy activo e interesante que cuenta con mas de 22.000 miembros en el que puedes seguir la actividad de la web al día. Puedes acceder pulsando este enlace
Por supuesto también están en Twitter los puedes seguir accediendo a @smylsevilla
Bueno, pues una de sus actividades que se está convirtiendo en todo un acontecimiento es su programa de radio que tiene lugar en directo los jueves de 16,30h a 18,30h en la emisora NeoFM en el dial 90,4 de la capital de Sevilla.
El pasado 25 de Noviembre tuve el gusto de participar en dicho programa presentando un artilugio de la cultura popular sevillana y que ha trascendido hasta hoy, concretamente hablé del Anafe, un hornillo que lleva usándose desde hace mas de 1.000 años. A continuación os dejo la transcripción de la entrevista:
ENTREVISTA CARLOS TURRION 25-11-21
Hoy quiero presentaros a Carlos Turrión, que además es un buen amigo mío, y que creo que
os va a sorprender el tema del que vamos a hablar, que viene tambien al caso de lo que
vamos a tratar en nuestra sección de historia de hoy.
Carlos es un experto en antigüedades o viejos cacharros, como a él le gusta llamarlos, que
siente pasión por las antigüedades que formaron parte del sentir popular y las vivencias de
nuestros antepasados.
Pero voy a dejar que el mismo se presente.
Como bien comenta mi amigo Antonio, mi nombre es Carlos Turrión y lo primero que quiero
dejar claro es que mi trabajo habitual con el que me gano la vida nada tiene que ver con lo
que venimos a hablar hoy.
Mi profesión es de técnico en una multinacional con gran contenido tecnológico y que está
especializada en la gestión de la energía y la automatización.
No obstante, debo decir que cuando encuentro un rato libre me dedico a otra de mis grandes
pasiones que es la restauración y coleccionismo de antigüedades técnicas y científicas.
¿Y qué es esto de las antigüedades técnicas y científicas Carlos?
Pues te explico Antonio. Desde hace ya unos años recopilo aparatos que voy adquiriendo y
restaurando, unos los compro y guardo para cuando tenga tiempo poder adecentarlos y otros
los voy restaurando sobre la marcha.
Me gusta dar una nueva vida a estos cacharros, como a mí me gusta definirlos, me encanta
revivirlos, para que puedan servir de conocimiento para las generaciones futuras, y por qué
no decirlo, para mi satisfacción personal.
Hace tiempo que creé un blog al que se puede acceder tecleando en google “la cacharrería
de Carlos” y se pueden ver algunas de mis adquisiciones. Está disponible para todo aquel
que quiera profundizar en este tema.
¿Y esto solo se puede ver en tu blog o además también tienes un canal de YouTube?
Pues precisamente, algo más reciente me introduje en el mundo audiovisual y probé a crear
un canal de YouTube. Voy colgando algunas de estas reparaciones, aunque debo decir que
solo soy un aficionado y que viendo lo que hay en el mundo de internet, me queda mucho por
aprender.
Seguro que con el tiempo te convertirás en un experto Youtuber, pero bueno Carlos, creo que
a nuestros oyentes lo que le interesa es saber que te trae hoy por nuestro programa
Es verdad Antonio, no nos desperdiguemos en divagar sobre mi vida y vamos a centrarnos en
el programa. Hoy quiero presentar alguno de esos artilugios, cacharros, aparatos, artefactos,
y por qué no decir también con cariño, “trastos” que fueron usados por nuestros ancestros
sevillanos.
Bueno, bueno se pone esto interesante, cuéntanos un poco más so de los antiguos artilugios
sevillanos.
Muy fácil Antonio trataremos de revivir esos viejos artefactos que durante cientos de años
fueron usados de manera habitual por la ciudadanía y que de una manera u otra forman parte
de nuestro patrimonio histórico, muchos de ellos olvidados en viejos trasteros o almacenes de
nuestros pueblos o perdidos por siempre en vertederos de basura.
Muchas veces abandonamos estos viejos aparatos o como mucho los vendemos por cuatro
duros a ávidos coleccionistas que los revenden por mucho más a personas interesadas en la
decoración de sus caserones, restaurantes o casas rurales.
Esto seguro que le interesa a nuestra audiencia, ¿nos puedes explicar mejor esto de la venta
no profesional?
Porque precisamente en nuestra web tenemos un artículo dedicado a los mercadillos
sevillanos y creo que estas explicaciones vienen muy bien al caso.
Claro que sí, estaré encantado de dar algunas claves de la compra y venta de antigüedades.
Si cualquiera de los oyentes tiene cualquier antigüedad que perteneció a su familia, sería
conveniente que se informase bien de su valor antes de desprenderse de ella, ya que pueden
ocurrir dos cosas
Una, y muy habitual, es que el vendedor, al tener cierto cariño del artículo que tiene por haber
permanecido en su casa desde hace muchos años, crea que tiene un valor de mercado muy
superior al que en realidad tiene y por ello no logre venderlo nunca
O por el contrario también sucede otras veces que el vendedor ni siquiera conozca el valor del
producto y esto sirva para no desprenderse de el por mucho menos de lo que vale en
realidad.
¿Y que nos aconsejarías para que esto no ocurra?
Pues como consejo general, si le tiene cariño o apego a algún artículo por que perteneció a
su familia, que no lo venda, ya que seguro que en el futuro se arrepentirá de haberlo hecho.
También es importante no dejarse influenciar a la hora de comprar por algunos vendedores
de “mercadillo” poco profesionales que intentarán colarle un viejo trasto inservible como
antigüedad, y lo que es peor, que le quieran vender una falsificación.
Es por esto que es importante que para comprar o vender cualquier antigüedad se dirijan a
profesionales cualificados de los que en Sevilla tenemos muchos.
Nada más hay que darse una vuelta por el centro de la capital para descubrir multitud de
tiendas de antigüedades que seguro que estarán encantados de atenderle sin problemas.
También en muchos pueblos de la periferia hay grandes especialistas en antigüedades que
estarán encantados de servirles como ayuda.
Bueno Carlos, estoy seguro que todo esto le está abriendo los ojos a muchos de los que nos
escuchan, pero estamos expectantes para que nos digas de que trasto viejo vamos a hablar
hoy.
Es verdad, en esta ocasión vamos a recordar lo que era un ANAFE que no, es más, sino que
el Antiguo hornillo o calentador portátil de alimentos que había en la mayoría de los hogares
sevillanos.
También llamado Anafre, los más antiguos se fabricaban en barro y los más modernos en
metal.
En sus principios estaban pensados para contener brasas o ascuas en su interior y
proporcionaban el calor para calentar la olla, sartén o cazuela en la que se cocinaban los
alimentos de la familia.
¿Pero que nos vienes a hablar, de lo que es la cocina de toda la vida?
Sí, eso puede parecer a priori, ya que, seguro que nuestros oyentes están recordando esta
palabra y relacionándola con la cocina tradicional en casa de sus padres o abuelos, pero hay
mucho de qué hablar sobre este artilugio.
Seguro que descubriremos muchas cosas interesantes del mismo, si me permites, sigo
describiendo al protagonista de hoy y seguro que tendrás muchas más preguntas que
hacerme.
Perfecto, tu mandas, continua...
Pues deciros que una de sus características iniciales es que eran de carácter portátil, aunque
después de cientos de años se convirtieran en fijas en las cocinas de nuestros bisabuelos
Todos recordaremos por películas o de viejos caserones de nuestros pueblos esas cocinas de
hierro forjado con puertas en el frontal para meter el carbón, o las brasas y que iban
calentando los fogones superiores que eran también de aros de hierro que se podían quitar y
poner para aumentar el calor o remover las brasas para calentar los alimentos.
Pero tengo que deciros que su historia es mucho más anterior. Los primeros Anafes
conocidos surgen de la alfarería medieval Andalusí hacia el siglo décimo.
Hace más de 1.000 años, todavía se conservan algunos ejemplares hoy en día, y pueden
verse en algunos museos, como por ejemplo en el museo de Medina Azahara en Córdoba.
Durante muchos años se pudieron extender por toda la geografía española y de ahí al resto
del mundo.
¿Y cómo eran estos viejos Anafes?
Pues muy diferentes a los que se conocieron entre los siglos XVII, XIX o principios del XX,
eran unas vasijas, para que el oyente pueda hacerse una idea, parabólicas, con dos asas a
sus lados y una base plana
En su parte baja disponían de una abertura para la introducción de las brasas y al su
alrededor, unos agujeros colocados estratégicamente para la salida de gases, su parte
superior estaba moldeada para alojar la cazuela de barro que contenía los alimento.
Una cosa bastante simple, pero que ahorró a la humanidad de calentar encima de las brasas
los alimentos.
Pero, yo tenía entendido que el Anafe era tal y como dijiste una cocina antigua, ¿no es así
entonces?
Pues si Antonio, esto es lo curioso de este artefacto que traigo hoy, resulta muy interesante
que la palabra Anafe haya permanecido en nuestro vocabulario por más de 1.000 años y que
hoy se esté perdiendo por desconocimiento.
Hasta hace muy pocos años seguía siendo utilizada por nuestros paisanos sevillanos con
algunos más años que nosotros, y todavía es muy normal escuchar a nuestros padres o
abuelos decir frases como ¡“Niño! mira si me he dejado el Anafe encendido!” o aquello de
“Tengo el puchero puesto en el Anafe y le quedan dos horas todavía”.
Es una pena que se pierdan estas palabras de nuestra sabiduría popular...
Correcto, esto es lo que se pretende con programas como el de hoy, recuperar nuestro viejo
vocabulario y que más jóvenes conozcan estos aparatos que convivieron con nosotros
durante tantos años.
Lógicamente hoy en día ya no se usa el carbón como combustible para cocinar, fueron
sustituidos por el gas, por resistencias eléctricas, por cocinas de vitroceramica o las más
modernas de inducción, pero siempre quedarán en nuestro recuerdo esas viejas cocinas de
carbón que a mi parecer hacían que los guisos supieran de otra manera.
Hombre, donde se pone una comida hecha en el fuego directo... ¡no podemos comparar!
Lo deseable es que no se perdieran estos conocimientos y que nuestros hijos sepan de qué
va todo esto, no pretendemos que sigan llamando Anafe a una cocina de inducción, pero sí
que conozcan la historia, la mantengan viva y que no recurran a diccionarios para saber de
qué se está hablando.
Esto también es cultura. En definitiva, si una palabra ha permanecido viva más de 1.000 años,
¿por qué no revivirla otros 1000 años más?
Pues sí, y la verdad es que es muy interesante lo que nos comentas, creo que, si nos vas a
ilustrar sobre estos viejos cacharros que permanecieron durante tantos años en nuestra
cultura popular, estaremos encantados de tenerte por aquí en el futuro.
Pues por mi estaría encantado de acompañaros otro día con otro viejo utensilio de los que se
utilizaban en nuestra ciudad.
¡Claro que sí, gracias Carlos por estar hoy aquí con nosotros!
Bueno amigos, os dejo con el post por si queréis escuchar de primera mano la entrevista y así aprovechar por escuchar mi voz por primera vez. Tranquilo que son solo los primeros 15 minutos...
Bueno amigos, pues esto es todo, espero que hayáis disfrutado de esta nueva entrada y espero veros pronto en la siguiente. Es posible que pronto me vuelvan a invitar a otro programa y estaré encantado de volver a meter otra entrada con un nuevo capítulo de mi intervención. Nos veremos pronto.
Hasta pronto cacharreros.