22 enero 2022

VISITA A LA RADIO NEOFM 13 DE ENERO DE 2022 ENTREVISTA A CARLOS TURRION EN "SEVILLA MISTERIOS Y LEYENDAS" HISTORIA DE LA PLANCHA

 

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Yo me encuentro en el centro junto a Antonio Bejarano a mi derecha y Pedro Sánchez a mi izquierda




Hola amigos cacharreros,

de nuevo traigo una transcripción del programa de radio del que tuve el gusto de participar como invitado el pasado 13 de Enero. 

Para mi fue todo un placer compartir con los oyentes de NEOFM de Sevilla (www.neofm.com) un buen rato hablando de otro artilugio que lleva con nosotros muchos siglos, en este caso hablamos de La Plancha.





Hoy vuelve a estar de nuevo con nosotros Carlos Turrión de la Cacharrería de Carlos y que
como ya hizo con el Anafe, nos va a hablar de otro de esos antiguos artilugios que forma
parte de nuestra Sevilla antigua y que fueron pasando por los siglos a través de nuestros
antepasados de generación en generación.
Cabe recordar que Carlos es coleccionista de antigüedades y de vez en cuando nos traerá al
programa uno de esos viejos cacharros.
¿Qué pasa Carlos que tal estás?


    Buenas tardes de nuevo, lo primero agradeceros que me hayáis vuelto a dar la
oportunidad de estar aquí en el programa con vosotros y por supuesto quisiera saludar a
todos los oyentes de la emisora esperando que lo que traigo hoy de mi baúl de los
recuerdos sea del interés de todos.

Bueno y ¿que viejo cacharro nos traes hoy al programa?

    Pues Antonio, hoy vamos a hablar de un artefacto que casi seguro que resulta odioso
para casi todos los oyentes, pero que sin duda forma parte de nuestros deberes
cotidianos en la casa, se trata de la Plancha.


    Estoy seguro que cuando terminemos más de un oyente se replantea el tema de este
aparato y se piensa la suerte que tienen comparado con lo que nuestros antepasados
tuvieron que luchar con la misma.

    De hecho, traigo alguna de las planchas de mi colección para que los que estáis aquí en el
estudio las podáis ver, aunque luego supongo que subiréis a vuestras redes una foto para
que también los oyentes la puedan ver. No obstante, en mi Blog también pueden
encontrarlas.


Resulta curioso cómo le sacas punta a estos utensilios tan cotidianos y que en principio no le
hacemos ni caso.

    En principio y para ponernos en contexto, deciros que tenemos que remontarnos a el
siglo IV a.c. para ver las primeras planchas que se conocen, las antiguas civilizaciones en
principio griegas y chinas y posteriormente unos siglos más adelante las Romanas, ya
disponían de enseres de piedra pulida o metal que prensaban la ropa para realizar los
pliegues en los trajes o bien simplemente para quitar arrugas.

    Estas eran como rodillos de amasar, otras como hongos invertidos de piedra, y pocos
conocían el sistema de calentar la piedra o el metal para conseguir mejores resultados,
como mucho se humedecía la ropa con agua caliente y se pasaba el rodillo por encima.

    Ya, nuestros antepasados de aquella época, sobre todo a los más poderosos y pudientes,
les gustaba lucir sus prendas libres de arrugas. Lo que pasaba es que el trabajo era
bastante duro ya que se tenía que calentar la piedra y después pasar muchas veces por la
prenda para quitar estas arrugas, por lo que normalmente el trabajo se lo daban a los
sirvientes que se encargaban de esta dura tarea. ¿Quién se imagina en la antigua Roma a
Julio Cesar o a un pulcro senador con su túnica arrugada?


El ingenio del ser humano nunca ha tenido limites, seguro que había más de una forma de
planchar la ropa por aquel entonces.


    Efectivamente, también estaban los chinos que allá por el siglo IV disponían de unas pequeñas
ollas con asa que llenaban de brasas y la pasaban por la ropa. Como suele decirse, un trabajo de
chinos.


    En la Europa medieval, los Vikingos a pesar de su fama de gente bárbara no eran ajenas al
encanto de la ropa sin arrugas y solían planchar e incluso plisar sus atuendos utilizando para
ello una especie de piedra ahuevada con el que repasaban la ropa húmeda.

    Durante la edad media, las clases bajas vestían pieles casi siempre o lana, pues el lino era difícil
de conseguir y hasta que no aparecen las primeras fábricas textiles no se usa el algodón. En el
siglo XV se ve la necesidad de utilizar un recipiente de hierro para dar calor a las prendas y
eliminar arrugas.



    La primera plancha europea fue un alisador que se fabricaba en madera, vidrio o mármol que
hasta esa época se utilizó también en frío, ya que se utilizaba una goma vegetal como almidón y
este no permitía usar el calor, otra trabajera.

    Más adelante se utilizaron planchas a modo de cajas calientes en las que se ponía en su interior
un ladrillo previamente calentado a las brasas.

    Con el paso de los siglos el tema debo decir que evolucionó poco y solo a partir de la segunda
mitad del siglo XIX con la invención de la electricidad los más pudientes pudieron adquirir
planchas eléctricas. Sobre todo, en Norteamérica.



Entonces Carlos, ¿antes del gran invento de la electricidad cómo se las aviaban nuestros
antepasados?

    Pues como os digo, la evolución en el tiempo fue lenta, durante muchos años la idea era
meter en el fuego de la casa la plancha de hierro, y una vez caliente coger con un trapo
(las que no disponían de mango de madera) y dale que te pego a la ropa.


    Comentar que hasta el siglo XVIII la plebe le importaba un pimiento el tener la ropa
arrugada y no era una prioridad, bastante tenían con conseguir comida para subsistir día
a día.

    Estos utensilios estaban sólo reservados para las clases pudientes, y eran las sirvientas las
que se peleaban con las prendas para dejarlas presentables para sus señores.

    Hay que tener en cuenta que el que presentaba pliegues en su ropa y lucía prendas
planchadas daba a entender que era de clase alta y que tenía servidumbre a su cargo que
se encargaba de esos menesteres. Era una cuestión de estatus social.

    Ya en esos años empezaron a salir planchas con una abertura en el interior, es decir
huecas para meter brasas, estas eran mucho más cómodas que las que se ponían
directamente en el fuego, además, las anteriores, tenían el inconveniente de que
dejaban manchas en la ropa de las mismas brasas con la consiguiente bronca de los
señores de la casa.


¿Y este es el único avance que se obtuvo en tantos años?

    Pues más o menos, así se vivió durante muchos años, casi hasta el siglo XIX en la que
primero llegaron las planchas que funcionaban a vapor, pero que tuvieron poco éxito,
incluso las había funcionaban con gasolina o alcohol y por último las eléctricas que
llegaron a España entre los años 20 y 30 del siglo XX.


    Es a partir de aquí y coincidiendo con la Revolución Industrial en la que nuestros
antepasados empezaron a importarles su apariencia y querían tener su ropa limpia y bien
planchada.

    El inventor de la plancha eléctrica fue un norteamericano de nombre Henry W. Seely en
1882 y su invento fue calificado de un invento sin sentido, ya que casi nadie tenía
conexión eléctrica en sus casas y además esta funcionaba mediante un arco voltaico con
bastante peligro.


    No obstante, en 1897 un camarero de Minneapolis, Charles Carpenter dotó a la plancha
eléctrica de Henrry Seely de una resistencia espiral, solucionando alguno de los
problemas que el artilugio presentaba.





    En 1901, la electricidad empezó a entrar en las casas debido a que por fin proliferaron las
Compañías eléctricas, y empezaron a venderse estos pequeños monstruos, como solían
llamarlas, ya que pesaban más de 4 Kg y su uso era casi un castigo.

    Para colmo, en los inicios de la electricidad, esta era sobre todo concebida para la
iluminación, por lo que las centrales hidroeléctricas no trabajaban de día, esto hacía que
encima había que planchar solo de noche, todo un inconveniente.

Bueno, como está ahora la luz de cara me temo que también se plancha mucho de noche.

    Jejeje, pues si.

    De todo ello se dio cuenta un revisor de contadores canadiense, Earl Richardson que
tenía la costumbre de hablar en su trabajo con las amas de casa y sabía que estas se
quejaban de dos cosas, por un lado, del peso de la plancha y por otro del horario.

    Pues bien, fue capaz de convencer a una compañía eléctrica que diera servicio eléctrico
también de día y probaron con un día a la semana, mientras tanto creó un artilugio
planchador menos pesado y más manejable, fue un éxito total, aunque la plancha
mostraba un punto caliente que estropeaba las prendas al que se llamó Hot Point que
terminó dando nombre a este tipo de planchas y se convirtió en su marca.


    Una vez solucionado ese problema vendió más de 3 millones de unidades al año allá por
los felices años 20 del pasado siglo.

    Pero quiero recordar que habías dicho que también había planchas de vapor
Exacto, posteriormente a esas planchas eléctricas se inventaron las de vapor allá por el
1926, se descubrió que el vapor no chamuscaba la ropa y esto le daba una ventaja
competitiva ya que rodeaba a la ropa de una humedad uniforme.

    Independientemente de cualquier novedad posterior, la plancha a vapor seguirá
teniendo su público, ya como los tejidos que iban saliendo al mercado eran cada vez eran
más sintéticos su planchado parecía necesitar de más aporte de humedad. A partir de
aquí empezó una guerra de fabricantes en el que ganaba el que más agujeros ponía en la
plancha para la salida del vapor, siendo la americana Westinghouse la que ganó
colocando en la base de su plancha hasta 70 agujeros.


    Parecía que el vapor era la solución ideal, al final ganó la propuesta de la combinación
entre vapor y electricidad que es la que ha permanecido hasta nuestros días.

¿Y aquí en España como convivió la plancha entre nosotros?

    Durante muchos años, sobre todo en la postguerra española, convivieron las modernas
planchas eléctricas que tenían los que disponían de este tipo de suministro, con las de
metal o huecas de carbón, más usuales en las casas de campo y en viviendas más
modestas.

    Es por esto que existen infinidad de modelos de planchas que muchos coleccionistas
tienen en sus estanterías, las hay de todo tipo, más grandes, más pequeñas, con
habitáculos de todo tipo para meter las brasas, con salida de gases, de más peso o de
menos, es toda una línea de colección para muchos compañeros coleccionistas, yo tengo
algunas que me han ido llegando de rastros y mercadillos.


    Precisamente, la que te traigo hoy, y que podéis ver en mi blog, es una plancha de
fabricación nacional, concretamente de UNION CERRAJERA S.A. de Mondragón en
Guipúzcoa. Esta empresa fundada en 1906, llegó a tener hasta 800 empleados y era una
importante firma de la siderometalúrgica en el País Vasco seguramente la más
importante empresa cerrajera del estado español. Esta compañía abasteció de este tipo
de planchas a todo el territorio nacional.


Explícanos con más detalles como es esta plancha, para que los oyentes se puedan hacer una
idea.

    Son interesantes las inscripciones que pueden verse en la plancha, para que el oyente se
haga una idea se trata de una plancha completamente metálica, no hueca, o sea de
calentamiento directo en el fuego.


    En su parte superior se distingue el logo del fabricante una U y una C, y después podemos
observar una letra y un número en este caso la S y el número 4, pues bien, la letra
marcaba la forma y tamaño de la plancha tal y como hoy vemos por ejemplo en la ropa, y
el número, el peso de la misma.


    Debo decir que en este caso se trata de una plancha más bien modesta de un tamaño
medio y de no más de 1 kg y cuarto de peso. Al ser de hierro fundido, su estado con el
paso de los años marca una pátina de óxido que creo que le da un toque más bonito para
este tipo de antigüedades.

    Su mango redondo es hueco, seguramente para facilitar su extracción del fuego sin
quemarse con un palo y para difundir el calor y no quemarse en su manipulación,
después tenías que coger un trapo para poder sujetarla y proceder al planchado.

    También como dije antes las había con mango de madera, mucho más cómodas ya que
este material no difunde tanto el calor.

    El conjunto se complementa con una porta plancha, que también os traigo aquí y que se
colocaba en la mesa de planchado para no quemar la mesa directamente colocando la
plancha encima.


Se trata de un elemento llamativo que puede formar parte de una decoración rústica.

    Pues sí, son muy buscadas precisamente para esto, aunque como dije al principio, si la
pones encima de la chimenea, cada vez que la veas puedes recordar lo diferente que era
la vida de nuestros ancestros comparado con lo que tenemos hoy.


    Planchas a vapor de última generación, Centros de planchado, o simplemente una
plancha eléctrica normal que facilita el trabajo de una manera bestial. Aunque siguen
estando los más cómodos, que al igual que pasaba antes prefieren mandar a planchar su
ropa a empresas que se dedican a ello.

    Quien quiera adquirir alguna de estas planchas antiguas para decoración, deciros que son
muy fáciles de conseguir, y en general, por poco importe, ya que hay mucha oferta, en
cualquier tienda de antigüedades puedes comprarlas, pero también a través de las
plataformas de compra y venta de segunda mano se pueden conseguir fácilmente. Creo
que este artilugio puesto en una vivienda como elemento decorativo queda muy bien.


Gracias Carlos por tu aporte de hoy, intentaremos echar un ojo al blog para conocer de
primera mano más cosas sobre este viejo y la vez nuevo cacharro, me ha parecido muy
interesante y por supuesto siempre aprendemos cosas nuevas sobre los viejos utensilios que
formaron parte de nuestra historia.

Deciros que como ya sabéis todo lo que nos cuenta Carlos está también colgado en su blog,
que para el que no lo conozca se llama La Cacharrería de Carlos, y también podéis entrar en
su canal de YouTube y sus redes sociales.

Te emplazo a otro día para que sigas trayendo nuevos artilugios de tu desván.

Bueno amigos, aquí acabó la entrevista, espero que os haya gustado, si queréis escuchar el podcast solo tenéis que bajaros la aplicación ivoox y buscar el programa de Sevilla Misterios y leyendas del 13 de Enero y la podéis escuchar.

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Hasta pronto Cacharreros.